No trespassing. Una alambrada metálica. Otra. Una puerta de forja. Una K sobre ella. Una mansión-castillo. Una jaula con monos. Góndolas. Un extraño jardín. Una ventana iluminada. No, apagada. Nieve. Un zoom doloroso. Un primerísimo plano, el primero. La frase-palabra mágica. Imágenes distorsionadas. Un cadáver casi expresionista.
El inicio de una de las obras maestras del cine, Ciudadano Kane (Citizen Kane, 1941) de Orson Welles, nos advierte de todo lo que nos espera.
7 comentarios:
Qué grande Orson Welles. Esta película marca un antes y un después en el cine, en la técnica, en la manera de narrar. Creo que he leído todo lo que se ha publicado de este grandísimo director, Miguel Angel en el Renacimiento cinematográfico.
En mi lista particular la considero la mejor película de la historia del cine, sólo La regla del juego de Jean Renoir puede compararse a ella.
orson welles es al cine lo que leonardo para el arte, un creador, pionero, inventor.....
solo un pero, pero ya no me acuerdo. un saludo, bravo por el blog.
Gracias, Javi.
Yo también olvido los peros.
Obra maestra indiscutible. Creo que solamente Orson Welles, Hitchcock y Lynch me han producido sensación de auténticos revolucionarios, transgrediendo con su técnica, originalidad, suspense, sorprendiendo cada uno en su época. Bueno, sin desmerecer a otros grandes del cine...
Vicente, Lynch es muy bueno, pero yo prefiero a Welles o Hitch. Y antes que a él yo colocaría a Lang, Godard, Buñuel o Fellini.
Welles era excesivo en todo, hasta en su aspecto físico. Así que no es de extrañar que con su primera película quisiese hacer la mejor de la historia del cine y lo consiguiese.
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