El estadista y general ateniense Alcíbiades (c. 450-Frigia 404 a.C.), sobrino, primo o nieto de Pericles según las fuentes y alumno y amigo de Sócrates, para ejemplificar el talante de su gobierno compró un estupendo perro por 80 minas o 7.000 dracmas al que, después de comprobar la admiración que sentía por él toda la ciudad, ordenó que le cortaran su bella cola para que los ciudadanos continuaran hablando de él y "olvidaran" la mala gestión de su amo.
Este es el origen de la frase "El perro de Alcibíades", utilizada para designar cualquier acto de un personaje público que pretende desviar la atención de hechos más importantes.
Basándose en esta anécdota Jules Barbey d’Aurevilly escribió Cuarenta medallones de la Academia Francesa, o la cola del perro de Alcibíades y Gustave Flaubert compuso la siguiente entrada en su Diccionario de prejuicios: “ALCIBÍADES: Célebre por la cola de su perro. Tipo de disoluto. Se veía a menudo con Aspasia”.
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