Ideada por Reinhard Heydrich, aprobada por Heinrich Himmler y dirigida por el coronel de las SS Bernarh Krüger, la operación consistía en formar a un equipo de alrededor de 140 prisioneros, casi todos judíos, con el fin de poner en circulación primeramente cien millones de libras esterlinas, el triple de las reservas de Reino Unido, y posteriormente todos los dólares posibles, para refinanciar las SS y la Gestapo y provocar el caos financiero en este país. Aislados en dos barracones, que ellos mismos llamaron "La jaula de oro", gozaron de una serie de privilegios como comida suficiente, camas individuales, una ducha semanal y música ambiental.
Desmantelados los talleres de falsificación a principios de 1945 ante el avance del ejercito ruso camino de Berlín, los prisioneros y el taller fueron traslados a unas cuevas de los Alpes y finalmente realojados en el campo de concentración de Ebensee, en Salkzkammergut, Austria, que formaba parte del conglomerado de campos de Mauthausen-Gusen.
La aproximación del ejercito estadounidense, que los liberó el 5 de mayo de 1945, impidió que los nazis pudieran ocultar en un lugar seguro el dinero falso por lo que arrojaron gran parte al lago Toplitz. En 1959 la revista alemana Stern publicó con el título "Toneladas de dinero" (Geld wie heu, en alemán) el hallazgo de nueve cajas llenas de dinero falso y los archivos secretos de las SS. Los habitantes de la zona recordaron como los soldados alemanes los obligaron a salir con sus embarcaciones para sumergir las misteriosas cajas. Los rumores sobre el oro del Tercer Reich empezaron a surgir y el lago fue objetivo de los buscadores de tesoros. Hasta la década de los ochenta, los buceadores de las fuerzas armadas austriacas y el equipo de desactivación de minas recuperaron plantas de impresión y material bélico.
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Adolf Burger ha escrito cuatro libros sobre sus experiencias, el último, Unternehmen Bernhard: Die Fälscherwerkstatt im KZ Sachsenhausen - Reihe Deutsche Vergangenheit (244 páginas, 2006, Hentrich & Hentrich, Berlin), ha servido de base para la película Los falsificadores (2007) de Stefan Ruzowitzy.
2 comentarios:
La peli está muy chula, instinto de supervivencia en su máxima expresión y gran trabajo de su actor protagonista.
Sí, me gustó en general y especialmente la confrontación entre pragmatismo e idealismo.
El autor del libro es el idealista.
De Solomon nunca se supo nada más después de salir del campo de concentración.
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