Marjane Satrapi (Rasht, Irán, 1969) conoció el noveno arte de la mano del guionista y autor de cómics David B. (Nimes, Francia, 1959). Descendiente de la dinastía que reinó en Persia desde finales del siglo XVIII hasta 1925, la joven licenciada en bellas artes escribió e ilustró la multipremiada novela gráfica en cuatro tomos Persépolis (2000).
La obra empieza en 1979, poco antes de la revolución islámica. La joven protagonista, inconformista y luchadora, es testigo de los cambios de su país con el advenimiento de la república, esperanzadora inicialmente para su familia que vive y participa de los cambios políticos. La sociedad empeora y algunos de sus familiares son perseguidos, por lo que sus padres envían a Marjane al liceo francés de Viena. Allí se adapta a un mundo nuevo, no habla alemán, y convive con compañeros de distintas ideologías. De vuelta en Teherán después de cuatro años para estudiar una carrera, descubre que no sólo ha seguido cambiando la sociedad sino sus antiguas amistades, que no acaban de aceptarla...
Siguiendo con bastante fidelidad la historia de la novela gráfica, la autora coescribió el guion y codirigió la película con Vincent Paronnaud Winshluss (La Rochelle, Francia, 1970) también autor de cómics y director de un cortometraje. Filmando sus expresiones faciales y sus movimientos, también sirvió de modelo de sí misma en la película.
En blanco y negro, excepto algunas escenas que se desarrollan en el aeropuerto de París, la película es, como la novela gráfica, la experiencia vital de una joven que mira el mundo que le rodea desde la ilusión. El humor y la lírica, puntuales y acertadas, endulzan, sin embargo, un poso de amargura por la situación en su país de origen, pero también por la existencia de otros fundamentalismos personales y sociales inherentes al ser humano. El tono testimonial de la narración consigue transmitirlos frescura y veracidad.
Las dudas y los problemas juveniles y sociales no consiguen dominar al personaje principal excelentemente aconsejada por su abuela, entrañable y progresista como pocas, que se convierte en apoyo imprescindible de su nieta.
Una narración fragmentada y rabiosamente moderna, con escenarios ligeramente abstractos para destacar los personajes y asemejarse a las imágenes recordadas, consiguen convertir el relato río en una película sin altibajos que no cae ni en el panfleto ni en la repetición.
Calificación: 6/10.
5 comentarios:
Pendientes las tengo. La peli y el cómic. A ver si me animo.
Me habían hablado muy bien. Buff, tengo pendientes un montón. Un abrazo.
De cabeza a verla.
Me encantó esta película. Muy recomendable.
Leí el cómic (en realidad es una novela gráfica), que me encantó, pero la película no la he visto. A ver si le hago un hueco.
Saludos!
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