La segunda obra de Pablo Coelho (Río de Janeiro, 1947) es una novela corta que se abre con un prólogo y mediante prosa sencilla, de frases con uno o como máximo dos tiempos verbales, nos narra la historia de un joven a la búsqueda de su leyenda personal, es decir, el sentido de su vida, y por ende el de la nuestra.
Estructurada en breves capítulos, las aventuras iniciáticas se nos exponen con las coartadas de la poesía y la filosofía. Digo coartadas porque, a mi juicio, pretende ser trascendente y lírico sin lograrlo.
Resulta sorprendente el personaje principal, un pastor español llamado Santiago que se plantea conocer mundo mediante el turismo o el pastoreo y elige lo segundo y que profundamente enamorado al inicio del cuento de la hija del comprador de la lana de sus ovejas se olvida de ella en cuanto una vieja gitana le lee su destino. El resto de personajes son anecdóticos, estereotipos desdibujados insertados en la historia para una función concreta, como el vendedor de cristarles o el inglés aprendriz de alquimista.
Lleno de frases de aparente profundidad como “Cuando tú quieres una cosa, todo el Universo conspira para que realices tu deseo" o "cuando quieres con voluntad alguna cosa, es porque ese deseo nació en el alma del Universo. Es tu misión en la Tierra", el autor narra desde un plano superior al lector, creyendo enseñarle a vivir sus sueños, lo que lo coloca bastante abajo dada la escasa calidad e inspiración que produce la obra, ni siquiera original, puesto que la historia está tomada del cuento Historia de dos que soñaron de Jorge Luis Borges, basada a su vez en otro de Las mil y una noches.
Editorial Planeta, S.A. 192 páginas. 14,00 €. ISBN: 978-84-08-07475-5.
2 comentarios:
En lengua portuguesa, prefiero a Saramago ó Antonio Lobo Antunes y de los clásicos, Camoes y Eça de Queirós. Y de los brasileños, me quedo antes con Jorge Amado. Pero, voy a ver si leo algo de este hombre.
Vicente, no hay color. Coelho es más superficial y facilón. Saramago para siempre.
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