Sidney Lumet (Philadelphia, 1924), uno de los mejores cronistas de Nueva York junto a Woody Allen, Martin Scorsese y Spike Lee, nos acaba de regalar Antes que el diablo sepa que has muerto.
Firmada por el guionista debutante Kelly Masterson, la película deja de lado el análisis de la institución policial tan querido en Lumet para adentrarse en la miseria moral de los miembros de una familia. Estamos ante un drama muy negro con unos personajes cuidados al máximo que desencadenan todas sus frustaciones, rabias y podredumbre a partir de un teóricamente atraco perfecto planeado por dos hermanos, uno aparentemente triunfador y otro fracasado, pero en el fondo perdedores ambos.
La trama estalla desde el primer momento, pero con el fin de descargar emocionalmente al espectador, de perder intensidad dramática, no se desarrolla linealmente sino desde la perspectiva de los distintos personajes, es decir, se repiten algunas escenas para cambiar de punto de vista, tal como ha hecho últimamente Gus Van Sant pero diferente a la obra maestra Rashomon (1950) de Akira Kurosawa en la que la historia cambiaba con cada mirada. Una arquitectura narrativa a mi juicio acertada para paliar el efecto de la espiral de violencia que se desencadena.
Excelentes actores dan vida a esta peculiar familia, me sorprendió Marisa Tomei, ya no me acordaba de ella, en una tragedia con un final durísimo que confirma que por Lumet no pasan los años por muchos óscares honoríficos que le den.
Calificación: 6/10.
1 comentario:
No pienso perdermela. Ya llevo un tiempo pensando en ir a verla.
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