La historia a priori algo sosa de un profesor universitario deprimido por el fallecimiento de su esposa -Jenkins- que regresa a su casa en Nueva York y encuentra a una pareja que vive en su piso y es contagiado poco a poco por la alegría del músico "okupa", igualmente espléndido Haaz Sleiman, da un giro sorprendente cuando detienen al joven casualmente en el metro y descubrimos que es un inmigrante ilegal.
La película, atenta hasta ese momento a la evolución emocional del profesor, simbólicamente atascado en el piano del pasado que no sabe tocar y renovado con el yembé que instintivamente domina, aboga entonces por la convivencia entre culturas y por la ruptura de los prejuicios sin olvidar la crítica al irracional e inhumano trato oficial a los inmigrantes.
Desconozco la opera prima de Thomas McCarthy pero con esta película da en el clavo. Su guion fluye tranquilo en base a pequeños detalles y no carga las tintas con los graves problemas que plantea. Su dirección es delicada, no abusa ni de primeros planos ni de aparatosos movimientos de cámara, ni nos avasalla con cincuenta planos por minuto, y sabe sacar partido a actores prácticamente desconocidos que matizan los sentimientos sin estridencias.
Una de las mejores películas en lo que va de año.
Calificación: 7/10.
5 comentarios:
Me la voy a anotar, por si me da tiempo a videarla un día de éstos.
A casi todos los que la comentais os ha gustado. Al final tendrá que caer...
Un saludo!
Está muy bien. No me esperaba gran cosa y me sorprendió. Tenéis que verla.
Saludos.
Te recomiendo también su peli anterior que es realmente muy agradable.
A mí también me gustó mucho la película. Recomendable,sin duda.
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