El cierto paralelismo entre Al rojo vivo (White Heat, 1949) de Raoul Walsh y Scarface, el terror del hampa (Scarface, 1932) de Howard Hawks, no impide a la primera que sea una obra maestra absoluta.
James Cagney encarna a Arthur "Cody" Jarrett, un gángster muy violento capaz de disparar a sangre fría contra hombres desarmados o mientras come un muslo de pollo entre disparo y disparo, pero también indefenso por sus ataques epilépticos durante los cuáles sólamente es atendido por su madre. Una madre que lo mima como a un niño y que le dice durante la película que llegará a la cima del mundo.
Acorralado por el F.B.I. después de haber sido traicionado por sus hombres, Jarrett es abatido pronunciando una de las frases más famosas del séptimo arte: ¡Lo conseguí, mamá! ¡La cima del mundo! En la película de Hawks, el cartel de neón que decía "El mundo es de ustedes" se apagaba con la muerte de Scarface.
3 comentarios:
Hace mucho que las vi, pero si que es cierto que se aprecian esos paralelismos. Que grande Cagney en esa escena final.
Las vi hace ya más de diez de años, pero me resultaron excepcionales. La escena final es simplemente genial, Cagney fue un grandísimo actor.
No por sus similitudes dejan de ser -para mí- obras maestras.
Cagney fue único. Lástima que esté tan olvidado con la de grandes interpretaciones que tiene en todos los géneros.
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