Leo en Blog Responsable una entrada de Cristina Almirall sobre las politicas de inversión de algunas entidades financieras españolas comprometidas con la comunidad en general y el entorno social y medio ambiental.
Creo que conviene considerar las alternativas con el fin de que nuestros ahorros no sean utilizados de forma puramente especulativa. Las llamadas finanzas éticas están empezando a adquirir un especial protagonismo en nuestras sociedades y sus rentabilidad financiera es similar al resto de inversiones. Las tres posibilidades actualmente en el mercado son los fondos de inversión éticos, las libretas de ahorro solidario y las tarjetas de crédito solidarias.
Los fondos de inversión éticos permiten decidir en parte el destino de su dinero, puesto que tienen como fin realizar una inversión socialmente responsable y no invertir en determinadas empresas irresponsables. Los principales a nuestro alcance son: Banco Santander Central Hispano Responsabilidad FIM, Santander Central Hispano Solidaridad FIM, BNP Fondo de Solidaridad FIM, Fondo Solidario Pro UNICEF FIM de GesMadrid, Renta 4 Ecofondo FIM, Fondo Etico FIM de Morgan Stanley Gestión, DWS Ecoinvest FIM del Deutsche Bank, Foncaixa Cooperación FIM, El Monte Fondo Solidario FIM de Ahorro Corporación, Caixa Catalunya Solidari, Bankinter Solidaridad FIM y BBVA Solidaridad FIM, etc.
Las libretas de ahorro solidario son libretas de ahorro en las que se puede ceder una parte del interés recibido a la entidad financiera para que ésta lo invierta en distintos proyectos sociales y medioambientales.
Por último, las tarjetas de crédito solidarias suelen vincularse a diversas entidades del tercer sector u ONG con las que las entidades financieras firman convenios. Por ejemplo, Bancaja dona un 50% de lo que recauda a los comercios cada vez que cobran con este sistema a estas organizaciones. En Bancaja, existen también diseños de tarjetas que la propia clientela puede seleccionar donde puede aparecer la Cruz Roja Española, ACNUR, UNICEF o Manos Unidas. La Caixa -por medio de la Visa Cruz Roja- dona el 0,4% de la facturación realizada por quien la usa y permite canjear, como también la BBK, los puntos de las tarjetas por donativos. Caja Laboral sigue el mismo principio de donar un porcentaje y prevé un fijo por cada tarjeta de este tipo existente en sus acuerdos con Médicos Mundi, colegios y Cáritas. Caixa Terrassa cede parte de las comisiones generadas por su tarjeta a entidades no gubernamentales. Caixa Catalunya ofrece la devolución de una parte del consumo anual efectuado por el usuariado con su tarjeta y una de las opciones es destinar el importe devuelto a una ONG y desgravarse fiscalmente. Por último, la Caja de Granada transfiere a la Fundación La General y su programa de microcréditos el 0,7% de los ingresos generados de comisiones por compras y de la comisión anual de mantenimiento de la tarjeta.
Un abanico de posibilidades en crecimiento que nos permite contribuir modestamente a la creación de un sistema financiero más humano.
2 comentarios:
Lo que deberían hacer es deducirles un tanto por ciento de todos los beneficios que se llevan esos cabrones. Que nos tienen machacados a intereses. Aunque siempre es bueno saber que parte de lo que se llevan se puede invertir en proyectos sociales y en defensa del medio ambiente.
Estoy contigo. Un porcentaje fijo de sus beneficios a proyectos sociales, tanto de bancos como de cajas, no esa limosnilla de obra social que hacen.
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