lunes, 14 de julio de 2008

Una chica cortada en dos (2007) de Claude Chabrol

Grande es el amor al cine de los miembros de la nouvelle vague. Casi cincuenta años después de su explosión todos los directores vivos siguen en la brecha, y yo diría que a buen ritmo, o, mejor dicho, a su ritmo habitual. No les pesan los años. Claude Chabrol (París, 1930) tiene en cartel Una chica cortada en dos y ya está rodando otra vez.

Basada en un hecho real sucedido en Nueva York a principios del siglo pasado, inspirador de La muchacha del trapecio rojo (1955) de Richard Fleischer, la pelícual se ajusta de partida bastante bien a la temática sobre la que gira toda la obra de Chabrol: las relaciones entre los miembros de la burguesía o entre los de la burguesía y la clase media.

Ambientada en la Francia actual, nos encontramos ante un ajustado análisis de las motivaciones y los sentimientos de los personajes, bien interpretados, una tensión creciente y un clímax. Nada que reprochar al conjunto, todo es adecuado y preciso, incluso la ironía del destino laboral de la chica tiene su gracia, sin embargo, no me acaba de emocionar, no acaba de cuajar.

Los personajes, antipáticos todos desde el principio, a propósito claro, no me parecen representativos más que de ellos mismos, no trascienden la pantalla, me producen letargo. Los conflictos los veo lejanos, poco probables para todos los mortales excepto para los personajes. La dirección, invisible pero correcta en general, pierde agilidad conforme avanza la película. Nos encontramos ante un traje que está bien cortado pero que no nos sienta del todo bien.

Calificación: 4/10.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La via anunciada ayer en el Albatros, en los trailers previos a la película de los Cronocrímenes y no me resulto nada atractiva, mi próximo objetivo será "Prométeme" de Emir Kusturica. Estoy de vacas!!!