viernes, 23 de mayo de 2008

El profeta

El profeta lo dijo en la plaza: "Dentro de veinte años el Señor descenderá nuevamente a la tierra. Y habrá justicia", pero los descreídos le gritaron: "Es muy cómodo predecir lo que va a suceder dentro de veinte años. ¿Quién va a pedirte cuentas si te equivocas?"

El profeta lo dijo en la plaza: "No bien comience el nuevo siglo, el sol se oscurecerá y habrá dos noches por jornada", pero los descreídos le gritaron: "Bah, es muy fácil anunciar lo que va a ocurrir el año 2001. ¿Quién va a reclamarte si te equivocas?"

El profeta lo dijo en la plaza: "Dentro de tres años la tierra se arrugará formando colinas y promontorios nuevos y en más de una llanura se abrirán cráteres", pero los descreídos le gritaron: "Es muy trivial pronosticar lo que va a acaecer dentro de tres años. Si tu profecía falla, ¿dónde te encontraremos para lapidarte?"

Entonces el profeta, sin perder la calma, dijo en la plaza: "Dentro de diez segundos os mostraré mi lengua", y antes de que algún descreído lo pusiera en duda, el profeta mostró su lengua innegable y probada, vaticinada y roja.

Mario Benedetti. Despistes y franquezas (1989).

2 comentarios:

vicente dijo...

Esta vez, como profeta que soy, vaticino que el próximo día 14 no mostraremos nuestra sonrosada lengua, sino nuestro blanco culito. (1)
(1) Veáse en la despedida de soltero del "hermanillo".

Anónimo dijo...

(2)Vosotros sí que correis el riesgo de que os persigan...pero como al profeta si no acierta.