La celebración de la primera edición del MTV Winter Festival en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia nos permitió reencontrarnos con The Cure.
Dentro de la gira europera para presentar su décimotercer álbum de estudio, alrededor de 30.000 espectadores, 35.000 según los organizadores, prácticamente llenamos el estanque desecado para la ocasión. La formación se presentaba con el fundador y gurú Robert Smith, el guitarrista Porl Thompson y el bajista Simon Gallup, presencias casi primigenias, y el batería Jason Cooper.
Comenzaron lentamente, intentando crear ese clima sugerente pero a la vez inquietante que los convirtió en ídolos en los 80, y a las canciones del álbum que se presenta el 5 de mayo se sucedieron varias de su disco más homogéneo, cuidado e hipnótico, Disintegration (1989), léanse Pictures of You, Lovesong, Prayers of Rain o Lullaby, sin olvidar la anterior The Walk, hasta alcanzar la mitad del concierto con la terna de éxitos Friday I'm In Love, In Between Days y Just Like Heaven.
Fiel a sus planteamientos de directos, Smith intentó repasar gran parte de su discografía y siguió envolviéndonos con sus atmósferas after-punk pero el público empezó a cansarse, era miércoles y el frío envaraba el cuerpo, y hubo algunos abandonos que nos permitieron acercarnos al escenario y ver el apoteósico final con, seguidas, sin respiro, Close To Me, Why Can't I Be You?, Boys Don't Cry, la que más levantó al personal, y A Forest, quizá la más perfectamente ejecutada de todo el concierto.
Dos horas y media de directo que conducen a inevitables altibajos hasta producir una sensación de esfuerzo innecesario por parte de un grupo que sigue en buena forma y mantiene las señas de identidad que llenaron las mesas de los institutos con su nombre.
.
Anteriormente, los jóvenes californianos From First to Last y los finlandeses HIM -His Infernal Majesty- desgranaron sus canciones en un par de horas. El trabajo, el aparcamiento y las colas nos impidieron disfrutarlos.
4 comentarios:
La verdad es que no fuimos por perrería. No se si visteis el del FIB, pero por lo que parece lo de la larga duración en sus conciertos es norma general. Por cierto, que gordo que está Robert Smith.
En RNE 3 comentaban que el que hicieron en Madrid (creo que en el Palacio de los Deportes)duro también casi 3 horas, pero lo catalogaban como uno de los 3 mejores conciertos que han hecho en España (de un total de 7-8 decían.
El de Valencia duró dos horas y media y a pesar de su experiencia y de que tocaron todos sus clásicos, que son muchos, nos pareció irregular. En el FIB fue más corto porque tenían limitado el tiempo.
A pesar del frío, valió la pena disfrutar de la sublime A forest y de las canciones del Desintegration. Además, os recuerdo que no nos costó ni un euro,en cambio, los de Madrid y Barcelona tuvieron que abonar 40 como mínimo. Aunque, evidentemente eché en falta un concierto más propiamente de fans para caldear la gélida noche.
Publicar un comentario