jueves, 2 de abril de 2009

Neighbours (1952) de Norman McLaren

Neighbours me ha sido inspirada por una estancia de casi un año en la China Popular. Aunque no haya visto más que el comienzo de la revolución de Mao, mi fe en la naturaleza humana se encontró revigorizada por ella. Luego regresé a Quebec y comenzó la guerra de Corea. Mis simpatías estaban divididas. Me sentía tan próximo a la raza china como orgulloso de mi ciudadanía canadiense. La idea surgió de repente de mi inaguantable tensión interior, decidí hacer un film muy fuerte sobre el antimilitarismo y la guerra. Comenzar el rodaje fue un gran alivio y una buena terapia para mí, aunque sabía que la película en sí no iba a cambiar nada. Pero me alegré de saber que su distribución fue muy bien en Estados Unidos durante las últimas etapas de la guerra de Vietnam. Me interesa el tema del conflicto humano. Antes de rodarla quería utilizar el procedimiento de pixilación. Grant Munro había realizado algunos fragamentos como ensayo y, entre ellos, vi a dos hombres que se pegaban. En seguida me dije: "Ya lo tengo".

La técnica de pixilación consiste en aplicar los principios básicos del cine de animación para el rodaje con actores: sustituimos los dibujos o muñecos por seres humanos. No tiene nada de nuevo; tiene sus orígenes en los trucos que realizaban Méliès y otros.

Cuando empezamos a rodar Neighbours, nuestra idea era captar toda la acción tomando un fotograma cada vez a lo largo de cada toma (los actores se moverían poco a poco, y siempre entre fotogramas), pero después de experimentar nos dimos cuenta de que ese tipo de acercamiento valía sólo para ciertas tomas. Decidimos usar una gama enorme de velocidades de rodaje desde un fotograma cada cinco minutos a un fotograma cada 1/16 de segundo.

El ritmo del comportamiento del actor y de la cámara eran modificados según el efecto final deseado y la velocidad más cómoda para la actuación del actor. Usamos a dos artistas de animación como actores porque sabían como moverse.

Compuse la banda sonora de sonidos sintéticos para que quedase sincronizada. Casi todos los elementos visuales tenían una estructura rítmica.

Quiero afirmar que Les Voisins es la película de la que estoy más satisfecho. Si se tuviera que destruir mi obra y sólo pudiese salvar una, la escogería.

Norman McLaren.

Óscar al Mejor Documental Corto en 1952.


3 comentarios:

babel dijo...

Es la primera vez que leo estas palabras de Norman McLaren. Ahora comienzo a comprender. El corto, una obra de arte, que no por ser corta, lo es menos.

Saludos!

SALVATRON dijo...

Impresionante. Una pequeña joya.

Carlos Castedo dijo...

Hay verdaderas joyas en formato corto y ésta es una de ellas.