viernes, 29 de agosto de 2008

En tierra de nadie (2001) de Danis Tanovic

La niebla dificulta la visión de unos soldados bosnios que van a hacer el cambio de guardia. Totalmente perdidos, deciden esperar a que desaparezca, volver a recuperar la visión. Al amanecer, todos son aniquilados excepto dos que logran entrar en una trinchera en tierra de nadie. Dos soldados serbios acudirán a comprobar si hay supervivientes.

Este es el comienzo del primer largometraje de Danis Tanovic (Zenica, Bosnia y Herzegovina, 1969) después de una amplia experiencia como documentalista bélico. Con guion y música propia, se rodó en coproducción entre Eslovenia y otro cuatro países -que afortunadamente no se han empeñado en imponer actores-.

La película elige dos líneas argumentales, la peripecia de tres soldados en la trinchera y la actuación de las fuerzas de la O.N.U., enhebradas por la actuación de los periodistas internacionales.

En la trinchera, un soldado bosnio está herido e inmovilizado sobre una mina que estallará si se levanta. Junto a él, su compañero y un soldado serbio intentan en la misma lengua convencerse de que su bando empezó el conflicto o recuerdan a la vecina de uno que fue novia del otro, pero no son capaces de apoyarse mínimamente para salir de la situación. Es el absurdo de la guerra: dos bandos irreconciliables y un país -presentado mendiante picados- sin solución.

Los soldados de la UNPROFOR, franceses, alemanes e ingleses, intentan ayudarlos pero sus mandos los entorpecen, prefieren jugar al ajedrez. Es la burocracia de la no complicación y, por otra parte, el retrato más flojo, por esquemático, de todos los grupos.

Los periodistas televisivos, su intervención me recordó la obra maestra El gran carnaval (1955) de Billy Wilder, tampoco se salvan de la quema porque aunque catalizan la intervención final del ejercito neutral, son aves de presa ante cualquier noticia, su intervención humanista es en realidad oportunismo en busca de audiencias.

El antibelicismo se impone al partidismo logrando una película muy recomendable con momentos bastante brillantes como la pedición de auxilio sin uniformes o el ácido y pesimista final.

Calificación: 6/10.

3 comentarios:

Ariel Luque dijo...

Este film tiene una critica, podriamos llamarla, existencial sobre la guerra y sobre el conflicto Bosnia - Serbia durante la guerra de 1993. Recuerdo que en el momento en que participó y ganó el Oscar (como mejor pelicula extranjera)estaba "El hijo de la novia" de J.J Campanella nominada tambien. En ese momento agredí a este film verbalmente, pero luego cuando lo vi dije: se lo tiene merecido jaja no se podía comparar con la historia melosa (pero de buen humor) de Campanella jajaja. Un abrazo!

Ariel.

Ariel Luque dijo...

Posible mal entendido: Se lo tenía merecido al Oscar, no hablaba de mi agresión jajaja. Saludos!.

Carlos Castedo dijo...

Ya, lo había entendido, pero buena aclaración por si acaso.
En tierra de nadie esta muy bien pero El hijo de la novia y Amelie, también nominada, no la desmerecen nada. Casi te diría que me gustán un poquito más.
Un abrazo.