La versión de 2007 de su Ranking de la Vergüenza la ha realizado a partir de casi nueve mil votaciones de la opinión pública de todo el mundo que podía elegir entre diez empresas candidatas y añadir una más no propuesta por la organización. El resultado ha sido:
8ª. Por esconder durante cuatro años que su medicamento Vioxx aumentaba severamente el riesgo de padecer ataques al corazón, por luchar con el gobierno de Thailandia para evitar los medicamentos genéricos y por sus movimientos intervencionistas y agresivos en la salud de países en desarrollo.
7ª. Por utilizar mano de obra infantil en sus plantaciones de cacao, por contribuir a la sequía en distintas comunidades debido a su línea de agua embotellada, por contribuir a la obesidad infantil y por perjudicar la salud materno-infantil por su campaña en favor de la leche en polvo en ciertos países.
6ª. Por bloquear los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos para mejorar las emisiones de gases del sector de automoción, por los elevadísimos índices de polución de sus instalaciones, por obstaculizar los esfuerzos de los obreros para unirse y por contratar a la empresa CEO para que en cuatro meses gestionara el despido de 30.000 trabajadores por 28 millones de dólares.
5ª. Por su influencia en la sequía y la contaminación del agua de grandes áreas en India, por sus actividades contra los movimientos de defensa de los trabajadores en Colombia y por su autopromoción como empresa socialmente responsable.
4ª. Por seguir la deforestación de uno de los bosques más antiguos y protegidos de Norteamérica para obtener la materia prima para sus pañuelos, a pesar de la legislación vigente y los grupos de defensa ecologista.
3ª. Por el trato a sus empleados, la mayoría bajo el nivel de pobreza y sin cobertura sanitaria, por sus prácticas contra la competencia local y su política abusiva de recursos humanos y sexualmente discriminatoria.
2ª. Por su plan para desplazar su sede a Dubai con el fin de no pagar impuestos y sus escandalosas prácticas en el conflicto de Irak.
1ª. Por conseguir eludir el pago de 4.500 millones de dólares por el desastre del petrolero Exxon Valdez en 1989, por financiar el escepticismo frente al cambio climático y por daños medioambientales, abusos, conflictos y daños a la salud en lugares donde opera.
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1 comentario:
Si ya lo decía Michael Stipe en el Tourfilm, su gira del 89, "This song goes to the Exxon Corporation" y sus atentados contra el medio ambiente, pues, hala.. a seguir apoyando a las multinacionales como paladines de empleo y riqueza en las economías capitalistas, no te digo, dentro de poco a explotar Marte, que todavía está virgen, si es que..
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