viernes, 22 de mayo de 2009

King-Size Canary (1947) de Tex Avery

Frederick Bean Avery (1908-1980), descendiente del juez Roy Bean y Daniel Boone, adoptó el nombre que le dieron sus amigos por haber nacido en Taylor, Texas. Titulado universitario, siempre quiso ser dibujante de tiras cómicas en los periódicos, pero mientras esperaba triunfar entró en el estudio de Walter Lantz en 1930.

Dirigió durante treinta años alrededor de cien cortos de la serie Merrie Melodies, modificando algunos personajes y mejorando los gags mediante disminuyendo tiempos muertos y cambiando la colocación y expresión de los personajes en las distintas escenas. A finales de los treinta creó a Bugs Bunny con sus compañeros Rich Hogan, Virgil Ross y Carl W. Stalling.

King-Size Canary (1947) es una de las mayores muestras del talento, y la locura, de Avery. El comienzo de persecuciones para buscar comida da un giro cuando el gato descubre una botellita del jarabe "Jumbo Gro" que produce el crecimiento inmediato una vez tomado. Gato, ratón y perro empiezan a crecer y crecer... en un cortometraje cuyos efectos sonoros y rítmicos destacaron en la época de su realización.

lunes, 18 de mayo de 2009

Adiós Mario

Me he enterado esta mañana. Ayer murió Mario Benedetti.

Se fue el poeta de la mirada de hombre bueno, del compromiso, del amor, del entusiasmo, de la generosidad. Tenía casi noventa años pero escribía como el primer día.

Es el poeta más leído y posiblemente más querido. Acercó todas las palabras a la poesía, incluso las menos propicias, convirtiendo temores y dudas de lector principiante en emoción y sinceridad.

Novelista, cuentista, ensayista... podríamos pasarnos media vida leyéndolo y seguro que seríamos más felices.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Paradero desconocido (1938) de Kresmann Taylor

Sería estupendo poder leer las largas novelas en un par de días, o en incluso en uno sólo. Podríamos atrapar a Los miserables o Los hermanos Karamazov en un fin de semana. Y luego empezar con El señor de los anillos o... Así no nos quedarían tantos libros por leer ni pensaríamos que no nos va a dar tiempo.

Quizá se inventaron los cuentos para que pudieramos leer una historia en un instante y algunos autores los hicieron tan grandes como las novelas. O más.

Paradero desconocido (Addres Unknown, 1938) de Kressman Taylor es un relato de menos de cien páginas, incluida la nota final del hijo de la autora, que se desliza entre nuestras manos en apenas una hora. Se trata de una novelita epistolar entre un alemán que regresa en 1932 a su patria y su amigo judío que sigue viviendo en San Francisco.

La palabra precisa es la única que tiene cabida en esta obra que fue un éxito desde su publicación en una revista en Estados Unidos y posteriormente en Inglaterra, pero que desapareció de circulación cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial. La trama es sumamente sencilla pero va girando y girando y no deja de sorprenderte.

No puedo negar algunas ideas o comportamientos de los personajes algo caducos pero los perfiles son espléndidos y la calidad humana que rezuma el librito es tremenda. Un exquisito placer.

RBA Bolsillo. 81 páginas. 6,50 €. ISBN: 978-84-7901-684-1.

martes, 12 de mayo de 2009

Nos dejó la melancolía

Nos dejó Antonio Vega o, mejor dicho, se fue de viaje con su amada Marga.

Me pilló pequeño Chica de ayer (1980) pero luego disfruté de ella y pasó a formar parte de mis canciones indelebles. No fue su única obra maestra. En seis discos con Nacha Pop, nos regaló Una décima de segundo (1984), Lo que tú y yo sabemos (1985) o Lucha de gigantes (1987).

Viví más su carrera en solitario que comenzó con No me iré mañana (1992) y hubiera seguido probablente hasta el infinito. Era un compositor atento a las cosas sencillas del mundo cotidiano sin estridencias, con humanidad. Se dejaba llevar por ti (1992), El sitio de mi recreo (1994) o Estaciones (2002) dan fe de ello.

Escribió más de un centenar de canciones llenas de sensibilidad y melancolía. La palabra poeta no le quedaba grande.

domingo, 10 de mayo de 2009

I love the smell of napalm in the morning

Hoy hace treinta años que se presentó Apocalysis Now en el Festival de Cannes. Lo ganó y Coppola afirmó "Ésta no es una película sobre la Guerra de Vietnam, esto es Vietnam".

En la película sobre la que se ha escrito más sobre su rodaje: Martin Sheen sufrió malaria y tuvo un infarto, Coppola amenazó con suicidarse en varias ocasiones y el huracán Olga produjo importantes destrozos en el set de rodaje a su paso por Filipinas, ésta, sin embargo, no es la frase más famosa.

El teniente coronel Bill Kilgore, interpretado por Robert Duvall, describe la crueldad de la guerra cuando a pecho descubierto y con su sombrero de vaquero le dice a un soldado la frase traducida aquí como "¡Qué delicia oler napalm por la mañana!". Su nominación al Óscar estaba clara.

miércoles, 6 de mayo de 2009

El cementerio de Staglieno

18 de mayo de 1980. Se suicida Ian Curtis, cantante de Joy Division, acabando con una de las carreras más prometedoras del rock.

Junio de 1980. Joy Division edita un sencillo que contiene en la cara A Love Will Tear Us Apart, bella y dolorosa a más no poder, y en la cara B These Days. Es el mayor éxito hasta entonces de la banda ya incompleta. La portada elegida, desconocida por mi parte hasta hace poco, es una escultura con un ángel.

Julio de 1980. Sale al mercado Closer el segundo y último álbum de estudio del cuarteto de Manchester. Un disco redondo en todo los aspectos con una portada bastante semejante y que, en mi casa desde pocos años después, me parecía un conjunto escultórico preparado para el álbum, pensaba que eran figuras vivas posando para la portada.

No era así, ambas imágenes pertenecen a tumbas reales del cementerio probablemente más caótico y mágico del mundo, la Necrópolis Monumental de Staglieno, en Génova.

Proyectado por el arquitecto Carlo Carabino en 1835 ateniéndose al edicto napoleónico que prohibía las exhumaciones en las iglesias de los centros urbanos, fue concluido en 1851 por su discípulo Giovanni Batista Ressaco. Situado en un terreno en pendiente, la burguesía genovesa del Ottocento impregnó el camposanto de una impronta grandiosa en base a esculturas de todos los estilos que fueron apareciendo en el panorama artístico de aquellos años, desde el neogótico al realismo, pasando por el simbolismo o el Art Decó.

Fue fuente de inspiración de gran cantidad de artistas que lo visitaron durante el siglo XIX y principios del siglo pasado, como Nietzsche, Maupassant, Hemingway que afirmó "una de las maravillas del mundo" o Mark Twain que en su libro de viajes Los inocentes en el extranjero (The Inocents Abroad, 1869) escribió "... cada línea es perfecta, cada trazo ausente de mutilación, imperfección o defecto, por eso, para nosotros, esta larguísima hilera de formas es cien veces más bella que las estatuas deterioradas y salvadas del suicidio o del naufragio del arte antiguo, expuestas en las salas de París para admiración de todo el mundo".

Ampliado hasta casi el fin del mundo, hoy la perfección se ha convertido en sugerente dejadez.