martes, 30 de septiembre de 2008

Che, el argentino (2008) de Steven Soderbergh

Basada en el libro de Ernesto "Che" Guevara Recuerdos de la guerra revolucionaria cubana (1963) el guionista Peter Buchman y el director Steven Soderberg nos presentan la primera parte de un díptico -la segunda, Guerrilla no tiene fecha de estreno- sobre la vida del líder revolucionario en el período comprendido entre 1955 y finales de 1958.

A mediados de 1955 los hermanos Castro, recientemente amnistiados, crean el Movimiento 26 de julio, se establecen en México y conocen a Guevara. Esta línea argumental es mostrada con grano grueso y color ambarino, clandestina y en la distancia, con una intención clara de amateurismo para destacar su valor de documento. La misma inquietud mueve la visita de El Che a la O.N.U., la parte que más me gusta por su justo realismo en blanco y negro, más documentado visualmente, a pesar de la licencia artística del encuentro con McCarthy que nunca sucedió.

La revolución en Cuba es la principal apuesta de la película. Soderbergh elige las más cuidada frialdad narrativa para no caer en la exaltación del líder, ser más fino, más objetivo. Lo consigue en parte, porque el guion penaliza la dirección ocultando la parte menos amable de Guevara -en el film nunca ejecuta a nadie personalmente y cuando ordena hacerlo es en los casos en que sus hombre actuaron cruelmente, por ejemplo- convirtiéndolo por omisión en una figura idealizada. El realismo y la inmediatez son buscados y resultan admirables pero se acumulan demasiadas escenas revolucionarias sin progresión dramática que lastran el conjunto.

Benicio del Toro llena la pantalla de matices con sus voz y sus miradas en una memorable interpretación con un acento ni porteño, ni cubano ni portorriqueño. Demián Bichir está bien, pero me dio la sensación de que en algunos momentos imitaba a Fidel Castro, será porque nos sabemos de memoria su gestos y dicción.

Un film desajustado en su búsqueda de realismo y autenticidad.

Calificación: 4/10.

lunes, 29 de septiembre de 2008

El cine según... Kurosawa

¿Qué es el cine? La respuesta a esta pregunta no es nada fácil. Hace mucho tiempo el novelista japones Shiga Naoya presentó una obrita escrita por su nieto como uno de los escritos en prosa más notables de la época. Se publicó en una revista literaria. Se titulaba "Mi perro", y decía así: "Mi perro se parece a un oso; también se parece a un tejón; también se parece a un lobo...". Continuó enumerando las características especiales de su perro, comparando cada una de ellas a la de algún otro animal; resultado de ello fue una lista completa del reino animal. Sin embargo, el escrito concluía diciendo: "Pero como es un perro, a lo que más se parece es a un perro".

Me acuerdo que me eché a reír a carcajadas cuando lo leí, pero decía algo serio. El cine se parece a muchas otras artes. Si el cine tiene características literarias, también tiene cualidades teatrales, un lado filosófico, particularidades de la pintura y la escultura, y elementos musicales. Pero en conclusión, el cine es el cine.

Akira Kurosawa.

domingo, 28 de septiembre de 2008

All right, Mr. DeMille, I'm ready for my close-up

Mi admirado Billy Wilder llenó la historia del cine de grandes películas, grandes escenas y grandes diálogos.

El crepúsculo de los dioses (Sunset Blvd., 1950) es una joya, con su crítica a Hollywood, su humor negro, su toque de cine negro, sus magníficas interpretaciones y su comienzo y final excepcionales.

La historia del mediocre guionista y la acabada estrella del cine silente fue escrita por Charles Brackett, Billy Wilder y D. M. Marshall, Jr. y acaba con una de las mejores frases que recuerdo, aquélla que la desquiciada Norma Desmond dice a su director favorito de su época de esplendor cuando baja las escaleras para ser detenida por el asesinato de Joe Gillis.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Más grande que la vida

Seguramente fue el primer nombre de un actor que aprendí. Con seguridad es uno de los más grandes de la historia.

Paul Newman intervino como actor en más de sesenta películas. Nunca estuvo mal. La mayoría de las veces, genial. Fue una estrella rutilante durante cinco décadas. Protagonizó Marcado por el odio, La gata sobre el tejado de zinc, El buscavidas, La leyenda del indomable, Dos hombres y un destino, El golpe, Veredicto final, El color del dinero... y muchas más, quizá no tan buenas, pero mucho mejores gracias a su presencia.

Dirigió seis películas muy dignas, algunas francamente brillantes como El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas o El zoo de cristal.

Fundó organizaciones benéficas y siempre estuvo del lado de la discreción y los necesitados.

Hoy dicen que ha muerto. No puede ser.

Nunca olvidaremos su sonrisa.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Los Rodríguez - Sin documentos



Déjame atravesar el viento sin documentos
que lo haré por el tiempo que tuvimos...
Porque no queda salida, porque pareces dormida,
porque buscando tu sonrisa estaría toda mi vida;
Quiero ser el único que te muerda la boca.
Quiero saber que la vida contigo no va a terminar.
Déjame que te cierre esta noche los ojos,
y mañana vendré con un cigarro a la cama.
Porque no tengo más intenciones que seguir
bebiendo de esta copa que no está tan rota!
Quiero ser el único que te muerda la boca.
Quiero saber que la vida contigo no va a terminar.
PORQUE SÍ, PORQUE SÍ, PORQUE SÍ!
porque en esta vida no quiero pasar (más de) un día entero
sin ti.
PORQUE SÍ, PORQUE SÍ, PORQUE SÍ!
porque mientras espero, por ti me muero y no quiero seguir así.
Déjame atravesar el viento sin documentos...
Quiero ser el único...
PORQUE SÍ, PORQUE SÍ...

La Rodríguez. Sin documentos (1993).

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Mefisto de Klaus Mann

Klaus Mann (1906-1949) escribió mucho antes de su suicidio. El primogénito del genio Thomas Mann publicó poesía, teatro, narrativa y crítica literaria, pero para mí era un desconocido hasta que cayó en mis manos Mefisto (Mephisto, Roman einer Karriere, 1936).

La obra surgió del también novelista Hermann Kesten: "... creo que no estaría mal escribir la novela de un arribista homosexual del Tercer Reich, y precisamente me ronda la figura ya enfocada literariamente por Vd. (según me dijeron) del Sr. Gründgens, Principal del Teatro Nacional. Mi idea no es que Vd. escriba una sátira política... " propuso a Mann en una carta encontrada casi cuarenta años después.

Siguiendo esta punto argumental, se forjó una de las primeras críticas al nazismo y uno de los más brillantes perfiles humanos de la primera mitad del siglo pasado. La evolución del mediocre actor de provincias Hendrik Höfgen, capaz de engatusar a sus compañeros, directores, políticos y a cualquiera que se cruce por su camino, está felizmente conseguida, tanto, que los mismos lectores despreciamos globalmente el personaje pero casi nos apiadamos de él y podemos hasta entender algunos de sus comportamientos.

Höfgen pasa de militante izquierdista a finales de los años veinte, entusiasta de un teatro revolucionario, a responsable del Teatro Nacional durante el nazismo, después de estar a punto de exiliarse y casarse interesadamente. Estas peripecias configuran un fresco de la Alemania de la República de Weimar y los primeros años de Hitler y retratan unos caracteres francamente jugosos, como el director de teatro Oskar H. Kroge o el escritor Theophil Marder.

La novela fue publicada en Amsterdam y traducida a varios idiomas pero no llegó a Berlín Este hasta 1956 y a la R. F. A. hasta 1963, para luego ser prohibida hasta principios de los ochenta debido a las demandas del hijo adoptivo de Gustaf Gründgens. El proceso judicial apelaba a la honra de su figura histórica y fue el más famoso, para una obra literaria, de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Se llamó duelo de muertos al enfrentamiento entre los dos examigos y excuñados -Gründgens se casó y divorció de la hermana de Mann- ya fallecidos cuando empezó todo.

Un disfrute completo para un libro ameno y nada complejo, parece que asusta empezarlo, del que István Szabó realizó una adaptación cinematográfica en 1981 con Klaus Maria Brandauer en el papel protagonista.

Editorial Plaza & Janes. Colección Debolsillo. 352 páginas. 9,95 €.

martes, 23 de septiembre de 2008

La ironía

La ironía es el alma de las personas sin corazón.

Honoré de Balzac (1799-1850). Novelista francés.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Dejad de quererme (2008) de Jean Becker

Mi primer encuentro con Jean Becker (París, 1933) me gustó bastante, la bohemia y felicidad de La fortuna de vivir (Les enfants du marais, 1999) me contagiaron. Hace poco, Conversaciones con mi jardinero (Dialogue avec mon jardinier, 2007) me agradó a rafagas, algunos diálogos y las interpretaciones principales. En las últimas semanas de estreno, pocos horarios y un único cine, he podido ver Dejad de quererme (2008), curiosa traducción de Deux jours à tuer, título de la novela de François d’Epenoux que se adapta.

En la calle, un ejecutivo recibe la llamada de su mujer para que recoja a su madre, él se resiste medio en broma medio en serio. En la reunión de trabajo, la secuencia siguiente, pone verde a su cliente, por otra parte, repelente. Luego la espiral aumenta, empieza a hacer barbaridades en casa, con sus desconcertados y burgueses amigos, con sus adorables hijos, cuando huye hacia Irlanda... Está viviendo un ataque de locura en el que no deja títere con cabeza, en muchos casos lo aceptamos, en otros nos parece exagerado. Hasta el final...

Toda la película recae en los actores. Antoine Dupoinel, correcto, sostiene todo el peso de la cámara. No está solo, su mujer interpretada por Marie-Josée Croze, está comedida y perfecta, su discrección complementa su explosividad.

El director elige una planificación sencilla, en base a medios y primeros planos y opta por la cámara en mano para las acciones de tensión, acertadamente, pero olvida la economía narrativa con un flashback innecesario en la parte final y juega con nosotros durante toda la película mediante pistas falsas. Esos detalles que analizados una vez conocido el desenlace nos defraudan.

¿Es necesario remarcar tanto la crisis? ¿No hubiera sido más efectivo y creíble una progresión más pausada que hubiera evitado tanta información a menudo tramposa? El humanismo del cine de Becker, presente indudablemente, no debería necesitar servirse de estos trucos.

Calificación: 6/10.

domingo, 21 de septiembre de 2008

El vengador

El cacique Huantapeque asesinó a su hermano en la selva, lo quemó y guardó sus cenizas calientes en una vasija: los dioses mayas le presagiaron que su hermano saldría de la tumba para vengarse, y el fraticida, temeroso, abrió dos años después el recipiente para asegurarse de que los restos estaban allí. Un fuerte viento levantó las cenizas, cegándolo para siempre.

Óscar Acosta. El arca (1956).

sábado, 20 de septiembre de 2008

Créditos de De entre los muertos

Saul Bass (Nueva York, 1920 - Los Ángeles, 1996) estudio diseño en el Art Students League y el Brooklyn College donde fue alumno del diseñador húngaro Gyorgy Kepes que lo introdujo en la Bauhaus de László Moholy-Nagy y en el Constructivismo ruso.

En 1946 se mudó a Los Ángeles estableciéndose por su cuenta y trabajando en publicidad. En 1954 Otto Preminger lo invitó a diseñar el póster y los títulos de crédito para su película en Carmen Jones (Carmen Jones, 1954). Este fue el inicio de su inapelable aporte a la historia del cine.

De entre los muertos (Vertigo, 1958), su primer trabajo con Hitchcock, es una de sus mejores obras.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Carteles de El descenso de la muerte


Steve Frankfurt diseñó el primer cartel para El descenso de la muerte (Downhill Racer, 1969) de Michael Ritchie. La película no se acercó ni por asomo a su pulcra e inestable belleza. En España, izquierda, se hizo una mezcla entre los dos primeros pósters americanos sin mucho acierto. En Argentina, derecha, tampoco estuvieron muy finos.

jueves, 18 de septiembre de 2008

¿Qué bebida produce más resaca?

La mayoría de las bebidas alcohólicas contienen unos componentes biológicamente activos llamados congéneres. Entre ellos se incluyen moléculas orgánicas complejas como los polifenoles, el metanol o la histamida. Todos se producen con el etanol durante la fermentación o en el proceso de envejecimiento.

Los congéneres contribuyen a los efectos embriagantes y a la resaca. Se ha demostrado que los alcoholes basados en etanol puro, como el vodka, padecen menos síntomas de resaca [yo siempre había oído lo contrario] que los que beben bebidas más oscuras, como el whisky o el coñac que tienen un contenido en congéneres más elevado.

El principal culpable de la resaca es el metanol. Los seres humanos metabolizan metanol de una forma similar al etanol, pero el producto final es diferente. El etanol general acetaldehído, pero cuando el metanol se descompone, un producto importante resultante es el formaldehído, más tóxico que el acetaldehído y que puede provocar en concentraciones elevadas la ceguera o la muerte.

Estudios realizados han descubierto que la severidad de los síntomas de resaca de las diferentes bebidas es la siguiente en orden descendente: coñac, vino tino, ron, whisky, vino blanco, ginebra, vodka y etanol puro.

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Fuente: ¿Hay algo que coma avispas?

martes, 16 de septiembre de 2008

El cine según... Bresson

No busco representar algo, como por ejemplo, un actor en una escena. Busco comunicar lo que siento. Así si quiero representar la potencia de un caballo, no muestro más que su pecho y sus partes traseras musculosas, voy directamente a la impresión de potencia. El caballero está de más, molesta. ¿Por qué, cuando parten para la guerra en Lancelot [Lancelot du Lac, 1974], sólo he mostrado las sillas y las manos que sujetan las riendas? Porque debo, a continuación, mostrar un caballo solitario, el que da vueltas por el bosque. De la misma forma en Le diable probablement, cuando alguien se pone los pantalones, muestro las piernas y los pantalones. O bien pomos de ascensor, o bajos de puertas. Lo que hacen los personajes entrando no tiene ningún interés; el interés reside en el suelo, las maletas, esas maletas que son pobres. Lo mismo sucede con las botellas de Coca-Cola por el suelo, antes de que se los vea tropezando y abrazándose. Hay que suprimir todo lo que no es indispensable. El interés no será visible si la cosa ha sido mostrada ya en parte. Esto tiene que ver con el hábito, siempre presente, del teatro, de la representación. No hay que representar, no se representa nada. Hay que sentir algo y comunicarlo.

Robert Bresson (1977).

lunes, 15 de septiembre de 2008

The stuff are dreams are made of

Roy del Ruth dirigió El halcón (The Maltese Falcon, 1931), primera adaptación de la genial novela de Dashiell Hammet. Cinco años más tarde Willian Dieterle volvió sobre la misma obra con Satan Met a Lady, pero ninguno cosechó éxito en la taquilla.

John Huston contaba en su currículum como guionista varias películas, dos de ellas estupendas, Jezabel (Jezabel, 1938) de William Wyler y El último refugio (High Sierra, 1941) de Raoul Walsh, cuando fue elegido para dirigir la tercera versión, El halcón maltés (The Maltese Falcon, 1941). Su inexperiencia asustó a George Raft y Geraldine Fitzgerald para los papeles protagonistas que recayeron en Humphrey Bogart y Mirna Loy fenomenalmente apoyados por Peter Lorre, Sidney Greenstreet y Elisa Cook, Jr.

El guion lo escribió Huston en solitario siguiendo bastante al pie de la letra la novela, excepto en el final en el que nos muestra una de sus constantes futuras. La última frase de la película, El material del que están hechos los sueños, se la dice Sam Spade (Bogart) al detective de homicidios Tom Polhaus (Ward Bond). Su relación con una de Willliam Shakespeare en La tempestad (1611) -Somos de la misma sustancia / de la que están hechos los sueños / y nuestras pequeña vida / está rodeada de inconsciencia (IV, I, 157)- es manifiesta.

sábado, 13 de septiembre de 2008

This Is the Sea (1985) de The Waterboys

Mike Scott (Edimburgo, 1958) estudió literatura y filosofía en la universidad de su ciudad natal pero lo venció su amor por la música en general y la de Patti Smith, Bruce Springsteen y The Velvet Underground en particular. Fundó un par de bandas hasta que junto al saxo de Anthony Thistlethwaite y el bajo y los teclados de Karl Wallinger formó The Waterboys -nombre que elige para sí mismo el narrador de la canción The Kids del disco Berlin (1973) de Lou Reed-.

Debutaron en mayo de 1983 con un single tributo a Patti Smith y dos meses más tarde editaron su primer largo, sin título. Un año después vio la luz A Pagan Place, cuyo único single daría nombre al estilo musical de su primera época, The Big Music. This Is the Sea (1985) contó con Terry Mann al bajo, Steve Wickham al violín, Roddy Lorimer a la trompeta y Delahaye al órgano y fue su siguiente escalón en esa búsqueda "de la música capaz de cambiarte espiritualmente y de conectarte con la naturaleza" antes de girar hacia el folk con el notable Fisherman's Blues (1988).

Una trompeta lejana, brumosa pero palpitante, punteada por los teclados, tiende la mano. Don't Bang the Drum nos prepara con la ayuda de una acusada batería y una guitarra, escondida, camuflada en la voz enfebrecida de Scott. Es una canción pasadizo, "qué vamos a hacer aquí, qué vamos a soñar".

The Whole of the Moon surgió de un reto con su novia sobre la facilidad de crear un éxito musical. El estribillo fue rápido, lo escribió en un sobre del hotel de Nueva York donde se encontraba, pero tardó en acabarla cuatro meses. Influenciada por las lecturas de C. S. Lewis -Las crónicas de Narnia- y George MacDonald, el tema nos empapa con el deseo por lograr lo sublime en base a un piano, teclados y vientos y un coro lamento ante la imposibilidad de alcanzarlo. Llegó al Top 26 en Inglaterra en octubre y al tercero cuando se reeditó en 1991.

Spirit refleja, sin más acompañamiento para la voz que un piano, cuatro pinceladas del anhelo espiritual de Scott. The Pan Within esta directamente marcada por el esplendoroso violín de Wickham, en un coqueteo con el folk, convirtiendo esta ensoñación mitológica en una de las mejores canciones del álbum. Más rockera, Medicine Bow comienza con una potente batería que acelera la voz de Scott. El viento y la tormenta de su letra precipitan su música.

Old England, elegante, contenida, añora el pasado y abre camino a Be my enemy, la canción más desmadrada y la que menos entona con el tono general, pero todo un divertimento. Los dos últimos cortes, Trumpets, bella y evocadora canción de amor, y This Is the Sea, con su impresindible violín que nos conduce a las aguas tranquilas del ansiado mar, exploran el nebuloso límite entre lo épico y lo intimista, entre el hombre y el espíritu que tanto ama Scott.

Calificación: 8/10.
Clasificación Acclaimed Music: 750.
Clasificación Rolling Stone: no incluido entre los 500 mejores.

Edición original (1985): Don't Bang the Drum 6:46, The Whole of the Moon 5:00, Spirit 1:49, The Pan Within 6:13, Medicine Bow 2:45, Old Englan 5:32, Be My Enemy 4:17, Trumpet 3:37, This Is the Sea 6:31.

Bonus tracks (2004): Beverly Penn 5:40, Sleek White Schooner 3:44, Medicine Bow (Full-Length Version) 5:45, Medicine Jack 4:12, High Far Soon 2:06, Even the Trees Are Dancing 4:29, Towers Open Fire 4:35, This Is the Sea (Live) 5:55, Then You Hold Me 4:56, Spirit (Full-Length Version) 4:12, Miracle 1:16, I Am Not Here 0:23, Sweet Thing 7:14, The Waves 9:10.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Sonic Youth - Teen Age Riot



[Kim]
You're it
No, you're it
Hey, you're really it
You're it
No I mean it, you're it

Say it
Don't spray it
Spirit desire (face me)
Spirit desire (don't displace me)
Spirit desire
We will fall

Miss me
Don't dismiss me

Spirit desire

Spirit desire
Spirit desire
Spirit desire
We will fall
Spirit desire
We will fall
Spirit desire
Spirit desire
Spirit desire
We will fall
Spirit desire
We will fall

[Thurston]
Everybody's talking 'bout the stormy weather
And what's a man do to but work out whether it's true?
Looking for a man with a focus and a temper
Who can open up a map and see between one and two

Time to get it
Before you let it
Get to you

Here he comes now
Stick to your guns
And let him through

Everybody's coming from the winter vacation
Taking in the sun in a exaltation to you
You come running in on platform shoes
With Marshall stacks
To at least just give us a clue
Ah, here it comes
I know it's someone I knew

Teenage riot in a public station
Gonna fight and tear it up in a hypernation for you

Now I see it
I think I'll leave it out of the way
Now I come near you
And it's not clear why you fade away

Looking for a ride to your secret location
Where the kids are setting up a free-speed nation, for you
Got a foghorn and a drum and a hammer that's rockin'
And a cord and a pedal and a lock, that'll do me for now

It better work outI hope it works out my way'
Cause it's getting kind of quiet in my city's head
Takes a teen age riot to get me out of bed right now

You better look it
We're gonna shake it
Up to him

He acts the hero
We paint a zero
On his hand

We know it's down
We know it's bound too loose
Everybody's sound is round it
Everybody wants to be proud to choose
So who's to take the blame for the stormy weather
You're never gonna stop all the teenage leather and booze

It's time to go round
A one man showdown
Teach us how to fail

We're off the streets now
And back on the road
On the riot trail

Sonic Youth. Daydream Nation (1988).

jueves, 11 de septiembre de 2008

El cine según... Wilder

Intento hacer una película de la manera más sencilla y elegante posible, sin martingalas, sin encuadres a lo Eisenstein. No como los jóvenes directores que andan meneando la cámara por ahí, o ruedan un encuadre a través del fuego de una chimenea. Para mí todo tiene que tener su lógica, el espectador siempre tiene que saber desde qué punto de vista parte la película. El espectador siempre tiene que ver la acción a través de la mirada de los personajes. Hacer de pronto un agujero en el suelo, esconder allí la cámara, y luego rodar desde allá abajo o desde la lámpara de araña, ¡eso es artesanía! No, lo más sencilla y elegante posible. Porque cuando la gente empieza a interesarse, cuando miran cautivados, o sea, cuando los has agarrado por el cuello, si en ese momento aparece un encuadre extravagante y uno le dice a su vecino: ¡Mira, qué encuadre más bonito! eso es una mierda, eso sólo perjudica a la película. Ahí obligas al espectador a pensar en la técnica: en ese momento ha cogido la cámara, la ha colocado sobre una grúa y se ha subido a lo alto... En realidad yo quiero que la gente olvide en mis películas que ha habido una cámara y un director. Quiero que se olviden de que están viendo una pantalla. Tienen que creer que están con los personajes de la acción, en la misma habitación o en la misma calle.

Billy Wilder.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Mediocre

Mediocre, y sabiendo arrastrarse, uno llega a todas partes.
Pierre-Augustin de Beaumarchais (1732-1799). Dramaturgo francés.

martes, 9 de septiembre de 2008

El final de Asalto y robo a un tren

Inspirada en un hecho real, Asalto y robo a un tren (The Great Train Robbery, 1903) es la primera obra importante del cine del oeste después de algunas escenas rodadas por Edison, como Cripple Creek Bar-Room (1899), posiblemente la primera de ellas.

Edwin Stanton Porter (1870-1941), director, guionista, fotógrafo y montador, simultanea acciones paralelas mediante veinte cuadros en varios escenarios, consiguiendo un ritmo narrativo in crescendo, que deja en meras curiosidades las anteriores aproximaciones al western. El público asombrado acudió en masa -en pocas semanas se exhibía en ocho salas de Nueva York- convirtiendo la película en el primer gran éxito de los nickelodeons.

Los dos puntos de vista narrativos y el tiroteo final con los bandidos abatidos provocan una emoción que se ve sublimada con el último plano: el jefe de los atracadores, interpretado por Justus D. Barnes, apunta y dispara a la cámara, convirtiendo a los espectadores en sus víctimas.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Y hablaba

Hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba. Y venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella criada gorda no hacía más que hablar, y hablar, y hablar. Estuviera yo donde estuviera, venía y empezaba a hablar. Hablaba de todo y de cualquier cosa, lo mismo le daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido que pagarle sus tres meses. Además hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo. Hasta en el baño: que si esto, que si aquello, que si lo de más allá. Le metí la toalla en la boca para que se callara. No murió de eso, sino de no hablar: se le reventaron las palabras por dentro.

Max Aub. Crímenes ejemplares (1955).

domingo, 7 de septiembre de 2008

La persecución de Bullit

El director inglés Peter Yates (Aldeshort, Hamphsire, 1929) comenzó como actor teatral y fue ayudante de dirección de Terence Young, Guy Hamilton y J. Lee Thomson. En los sesenta debutó como director televisivo, por sus manos pasaron algunos espisodios de El santo (The Saint, 1963-65), y cinematográfico. Hasta finales de siglo más de veinte películas llevan su firma, muchas de ellas éxitos comerciales, pero ninguna tan famosa como Bullit (Bullit, 1968).

Basada en la novela Testigo mudo (Mute Witness, 1963) de Robert L. Fish -firmada con el apellido Pike-, con banda sonora de Lalo Schifrin e interpretación principal de Steve McQueen, ya en la cumbre después de Los siete magníficos (The Magnificent Seven, 1960), La gran evasión (The Great Escape, 1963) y El rey del juego (The Cincinatti Kid, 1965), la película en conjunto no pasa de aceptable pero contiene la mítica persecución por las calles de San Francisco.

Elegida en 2005 por los clientes de la aseguradora Hagerty Insurance como la mejor persecución de la historia con el 40% de los votos, el Ford Mustang GT-390 largo de 1968 color verde oscuro de Frank Bullit sigue durante casi nueve minutos el Dodge Charger R/T negro de dos asesinos a sueldo. Pequeños errores como el repetido adelantamiento un Volksvagen Beetle o el choque al inicio del Dodge que no produce bollo alguno, son minudencias que se diluyen entre la velocidad y la partitura de Schifrin.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Breve encuentro en el apartamento

A David Lean le debemos grandes superproducciones llenas de pequeños detalles maravillosos, pero también pequeñas películas que han pasado a ser clásicos.

Su primera gran obra es Breve encuentro (Brief Encounter, 1945) un melodrama sobre un amor imposible para sus protagonistas o una ensoñación novelesca de una mujer deseosa de salir de su rutina vital, depende de como queramos interpretarla. Este realismo da paso al hiperrrealismo de dos grandes adaptaciones literarias: Cadenas rotas (Great Expectations, 1946) y Oliver Twist (Oliver Twist, 1948). Después, poco más hasta las superproducciones.

Inspirándose en el lugar de las citas entre Celia Johnson y Trevor Howard, quince años más tarde Billy Wilder realizó El apartamento (The Apartment, 1960). En ella, los encuentros entre los amantes son una manera de prosperar laboramente, o al menos eso piensa el protagonista, un arribista en el fondo romántico empedernido. Su génesis la explica Wilder en el vídeo siguiente.

Un punto de partida común para dos obras maestras muy diferentes.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Los girasoles ciegos (2008) de José Luis Cuerda

Alberto Méndez (1941-2004), editor, guionista y traductor, publicó su único libro Los girasoles ciegos en 2004 y no fue testigo de su éxito de crítica ni de público, este último en base al boca a boca.

José Luis Cuerda (Albacete, 1947), experimentado adaptador literario, recordemos El bosque animado (1982), La lengua de las mariposas (1999) o La educación de las hadas (2006), ha elegido el segundo y el cuarto relato del libro para ofrecernos un catálogo de situaciones ya vistas de la posguerra española.

El joven diácono Salvador (Raúl Arévalo) ha perdido un poco la vocación después de participar en la contienda civil y su rector en el seminario (José Ángel Egido) lo envía a impartir clases en un colegio de Orense. La lujuria se apodera de él y persigue a Elena (Maribel Verdú) que tiene a su marido Ricardo (Javier Cámara) escondido. Éste es el argumento principal de la película, tomado del cuarto cuento. El segundo, la historia de un poeta perseguido que se esconde en el bosque, otra derrota según Méndez, tiene un carácter anecdótico en el film, a pesar de su dureza y pesimismo; queda desdibujada y presentada a destiempo con las pocas pinceladas que nos muestran Azcona y Cuerda.

El principal problema de la película a mi juicio es la vuelta a los lugares comunes que estamos habituados a ver en demasiadas películas, asentados aquí en un simbolismo de tan esquemático como inexistente, ¿dónde ha quedado la ironía de Azcona? La puestas en escena y en serie son totalmente planas, acomodadas, sin resquicio para la imaginación.

¿Y los actores?, base primordial del cine de Cuerda. Maribel Verdú y Javier Cámara bien, como siempre. José Manuel Egido está soberbio en un personaje pequeño pero agradecido. Roger Príncep, encantador. Raúl Arévalo, sin embargo, me parece poco creíble, más que malestar me produce estupefacción, es otro de los puntos débiles de la película teniendo en cuenta que soporta gran parte de su peso.

Me he sentido un poco decepcionado, sinceramente. Creo que no se ha sido valiente en la adaptación, que se ha optado por lo seguro, sin garra, sin ambición. Es como si le hubiera pesado la responsabilidad al director que no le tembló la mano con Amanece, que no es poco.

Calificación: 4/10.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Gonna Fly Now (1976) de Bill Conti

En 1976 los productores independientes Irwin Winkler y Robert Chartoff hipotecaron sus casas para financiar el guion que Sylvester Stallone paseó por varios estudios sin éxito, fundamentalmente debido a su exigencia de protagonizarlo. En noviembre se estrenó la película y el público reacció con gran entusiasmo. El crítico Charles Champlin comentó: "A las dos sesiones que he ido, la gente rugía y ovacionaba como nunca había escuchado antes en una película".

Inspirada en la figura de Muhammad Ali, dio lugar a cinco secuelas, la última de ellas hace dos años, y fue nominada a diez Oscars, entre ellos película, actor, actriz, actor secundario, director y guion original. Al final se llevó tres, pero qué tres: película -derrotó a Taxi Driver, Network, un mundo implacable y Todos los hombres del presidente-, dirección y montaje.

Gran parte del encanto de esta historia de superación personal se encuentra en la banda sonora de Bill Conti. Inferior sin duda a La profecía de Jerry Goldmisth o Taxi Driver de Bernard Herrman, contiene la canción Gonna Fly Now (Theme from Rocky) -con letra de Carol Connors y Ayn Robbins- que fue nominada y permanecerá siempre en nuestro imaginario asociada a las imágenes de un boxeador corriendo mientras amanece y alzando los brazos después de subir las escaleras del Museo de Arte Contemporáneo de Filadelfia.



Trying hard now
It's so hard now
Trying hard now

Getting strong now
Won't belong now
Getting strong now

Gonna fly now
Flying high now
Gonna fly, fly, fly

miércoles, 3 de septiembre de 2008

El asesinato de Gromek

Alfred Hitchcok dirigió Marnie, la ladrona en 1964 y después abandonó tres proyectos hasta realizar una de sus películas llamadas menores, Cortina rasgada (1966).

Inspirada en el caso real de la desaparición de dos diplomáticos ingleses, Burgess y MacLean, que después se supo que se habían pasado a la U.R.S.S., Hitchcok dirigió una de las escenas más recordadas de su carrera, la del asesinato del guardaespaldas alemán Gromek (Wofgan Kieling)que ha descubierto el juego de Michael Amstrong (Paul Newman).

En El cine según Hitchcock lo explica el genio inglés:

Con esta escena muy larga de asesinato quise, en primer lugar, ir en contra del convencionalismo. Normalmente, en las películas,un asesinato ocurre muy rápidamente: una cuchillada, un disparo de fusil, el personaje del asesino ni siquiera se toma la molestia de examinar el cuerpo para ver si la víctima está muerta o
no. Por eso se me ocurrió que había llegado el momento de demostrar cuán difícil, penos y largo resulta matar a un hombre.

Gracias a la presencia del taxista delante de la granja, el público admite que este asesinato debe ser silencioso, y por tanto, no puede hacerse ningún disparo en esa situación. De acuerdo con nuestro princicipo, el asesinato debe ser realizado con los medios que nos sugieren el lugar y los personajes. Estamos en una granja y es una granjera la que mata, por consiguiente, utilizamos instrumentos domésticos: el caldero lleno de sopa, un cuchillo para trinchar, una pala y finalmente el horno de gas.

y lo comenta Truffaut:
¡Y el colmo del realismo, la hoja del cuchillo se rompe en la garganta de
Gromek! Hay varias cosas muy hermosas en esta escena de asesinato, los planos de
detalles de muy corta duración recogiendo la mano de Gromek que golpea contra la
chaqueta de Newman de manera amenazadora, los golpes que da la granjera con la
pala en las piernas de Gromek y también los dedos de éste que golpean en el aire
antes de quedarse inmóviles, cuando su cabeza está en el hornillo de gas.

lunes, 1 de septiembre de 2008

El perro de Alcibíades

El estadista y general ateniense Alcíbiades (c. 450-Frigia 404 a.C.), sobrino, primo o nieto de Pericles según las fuentes y alumno y amigo de Sócrates, para ejemplificar el talante de su gobierno compró un estupendo perro por 80 minas o 7.000 dracmas al que, después de comprobar la admiración que sentía por él toda la ciudad, ordenó que le cortaran su bella cola para que los ciudadanos continuaran hablando de él y "olvidaran" la mala gestión de su amo.

Este es el origen de la frase "El perro de Alcibíades", utilizada para designar cualquier acto de un personaje público que pretende desviar la atención de hechos más importantes.

Basándose en esta anécdota Jules Barbey d’Aurevilly escribió Cuarenta medallones de la Academia Francesa, o la cola del perro de Alcibíades y Gustave Flaubert compuso la siguiente entrada en su Diccionario de prejuicios: “ALCIBÍADES: Célebre por la cola de su perro. Tipo de disoluto. Se veía a menudo con Aspasia”.